Page 34 - Informe de Impacto 2021
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World Vision Colombia
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                                                                                          Un nuevo techo de esperanza

                                                                                          en el Caribe




                                                                                          En el marco del proyecto Hurricane IOTA Relief Effort (HIRE), el cual
                                                                                          tuvo como objetivo contribuir a la recuperación de los sobrevivientes del
                                                                                          huracán Iota tras su impacto en las islas de Providencia y Santa Catalina,
                                                                                          nos encontramos con Silvia, de 58 años, una de las 630 personas que se
                                                                                          vieron impactadas positivamente con la instalación de los más de 9.000 m2
                                                                                          de cubiertas transitorias para las casas.

                                                                                                “Yo soy casi una de las ultimas en la lista oyó, una de las ultimas.
                                                                                                Y cuando yo vi que paro un carro ahí, yo salí y me dijeron a usted
                                                                                                le va ayudar WV, le dije si, si, si a mí, soy yo”.

                                                                                          Para Silvia, los momentos vividos en medio del paso del huracán solo pueden
                                                                                          ser descritos como de un intenso temor y angustia, para ella y su familia que
                                                                                          vieron como los fuertes vientos que azotaron el archipiélago, de más de 240
                                                                                          km/h, se llevan el techo de su casa y traían el agua del mar hacia adentro de
                                                                                          su casa, inundando cada habitación.

                                                                                                “Aquí estaba mi nieto, una señora y yo, lo primero que se voló fue
                                                                                                el techo del otro lado, después esto se fue todo, el agua subió me
                                                                                                cogió hasta por acá, el agua de mar. Estábamos aquí tratando de
                                                                                                cerrar la puerta y la brisa de mar llevaba y traía la puerta y partió
                                                                                                el vidrio de este lado, y pusimos una toalla agarrándolo para lo
                                                                                                salir de acá, porque la brisa nos quería sacar, pero no lo logro, y eso
                                                                                                era, todavía si me duelen los brazos del esfuerzo que yo hacía para
                                                                                                que no reventara, aunque mi nieto estaba aquí adentro, porque
                                                                                                si la brisa entraba acá iba a sacarnos y aquí nos quedamos hasta
                                                                                                las 8 de la mañana.”

                                                                                          Momentos que se han idos superando y que hoy se transforman en esperanza
                                                                                          al ver poder contar con una cubierta transitoria en su hogar para soportar
                                                                                          las lluvias y la temporada invernal que viene cada año a las islas.
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